jueves, 29 de septiembre de 2016

¿Hacemos una porno?

Título original: Zack and Miri Make a Porno. Año: 2008. País: Estados Unidos. Género: Comedia. Director: Kevin Smith. Guionista: Kevin Smith. Intérpretes: Seth Rogen, Elizabeth Banks, Craig Robinson, Jason Mewes, Traci Lords, Jeff Anderson, Justin Long, Tom Savini, Jennifer Schwalbach Smith, Brandon Routh, Gerry Bednob, Katie Morgan, David Early, Anne Wade.

Kevin Smith dejó de lado a sus personajes más queridos (léase Jay y Bob el silencioso) para contarnos la historia de Zack (Seth Rogen) y Miri (Elizabeth Banks), amigos desde que estudiaron juntos y compañeros de piso en la actualidad. Acuciados por las deudas, y tras una fructífera reunión de ex-alumnos, deciden rodar una película porno casera para ganar algún dinerillo. Al proyecto se unirán varios personajes de lo más extravagantes (a los que dan vida, por ejemplo, la ex–actriz de cine para adultos Traci Lords o algunos de los actores fetiche de Smith: su mujer, Jason Mewes, Jeff Anderson…). 


Resulta irónico que conforme ha ganado en "habilidad" a la hora de dirigir, los guiones de Smith hayan ido perdiendo fuelle. Lamentablemente en ¿Hacemos una porno? falta esa chispa irónica y esos verborreicos diálogos llenos de frikismos que tan buenos resultados han dado en la (gran) mayoría de sus anteriores trabajos. Sí, es cierto que en la película todavía quedan resquicios del Smith más gamberro y trasgresor, pero el problema es que son eclipsados por una sucesión de gags soeces no demasiado afortunados.


Rogen y Banks forman un buen tándem. Ella parece sentirse cómoda en el género, mientras que él, a pesar de no lograr que empaticemos con su personaje tanto como debiéramos (por lo menos no de la misma manera que sí lo hacemos con los que ha interpretado bajo la batuta de Judd Apatow), realiza un trabajo más que aceptable. Lo mismo cabe decir del resto de actores involucrados. Al final, y a pesar del tema central de la película, ésta desemboca irremediablemente en la típica comedia romántica. Afortunadamente, algunas gracietas propias del director, como la parodia porno de La guerra de las galaxias (Star Wars) o el debate sobre la calidad de Durmiendo con su enemigo (Sleeping with the Enemy), consiguen salvar la función, aunque sea por los pelos.

Lo mejor: Su pareja protagonista.

Lo peor: Es más ñoña de lo que podría parecer a simple vista. Adolece de cierta falta de mordacidad.

Puntuación: 5,5/10.

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