jueves, 14 de enero de 2016

Los cuatro fantásticos

Título original: Fantastic Four. Año: 2005. País: Estados Unidos. Género: Acción, Ciencia-Ficción. Director: Tim Story. Guionista: Mark Frost y Michael France (a partir de los personajes de Stan Lee, Jack Kirby y Don Payne). Intérpretes: Ioan Gruffudd, Jessica Alba, Chris Evans, Michael Chiklis, Julian McMahon, Kerry Washington, Stan Lee.

Película basada en los populares personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby y realizada tras el enorme éxito de otras producciones protagonizadas por superhéroes, como Superman o Batman. Sin embargo, lo que diferencia a la adaptación cinematográfica de Los cuatro fantásticos de otras es su tono ligero, casi infantil, en contraposición al toque oscuro de Batman Begins o más adulto e irónico de Kick-Ass, por citar dos ejemplos. Dicho tono infantil se nota sobremanera en la tontorrona relación amorosa que se establece entre Reed (Ioan Gruffudd, en un papel para el que fueron considerados, entre otros, George Clooney o Brendan Fraser) y Sue (Jessica Alba) y, sobre todo, en el tira y afloja humorístico (de dudosa gracia si ya no eres un infante) que mantienen los personajes de Johnny (Chris Evans) y Ben (Michael Chiklis).


El grupo de actores escogido para los papeles principales tampoco brilla en demasía. Evans y Alba se dedican a lucir músculos y curvas respectivamente, siendo sus interpretaciones de lo más mediocres. El resto del reparto tampoco se salva de la quema, ni siquiera McMahon, quien interpreta al malo de la función, ya que, a pesar de su buena (que no impactante) presencia, su personaje resulta demasiado simplón y no todo lo aterrador que debiera. Uno de los puntos de interés en una película de estas características reside en sus efectos especiales, los cuales no desentonan en absoluto con su tono pero que sólo pueden ser descritos como correctos, desde luego no impresionantes. El resultado final acaba siendo de lo más discreto, sólo recomendada para fans de los personajes y de las películas de superhéroes, siempre y cuando no hagan demasiado caso a los terribles diálogos.

Lo mejor: Ver a McMahon involucrado en una superproducción así (costó alrededor de cien millones de dólares).

Lo peor: Está repleta de momentos bochornosos e infantiles.

Puntuación: 3/10.

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